La Provincia de Buenos Aires cuenta con una gran diversidad debido de su extensión territorial, por lo que podemos encontrar variedad de climas y actividades productivas. En esa diversidad está el valor de nuestros pueblos. Es el caso de Tandil, que cuenta con una historia y una tradición láctea sumamente interesante, y que busca expandir y potenciar el sector quesero de la ciudad y la región. Para ello se formó el Clúster Quesero de Tandil, que está constituido por un conjunto de productores, PyMEs, instituciones y organismos de asistencia vinculados a la producción de quesos en la zona comprendida por los partidos de Ayacucho, Benito Juárez, Rauch y Tandil.Trabajan de manera articulada con el fin de promover el desarrollo competitivo de los quesos de la región. En conjunto delineraron un plan estratégico y sus acciones específicas, lo que les permite enfrentar en conjunto los desafíos del mercado nacional e internacional.
Los productos adquieren las características de los lugares donde son elaborados. Y Tandil tiene condiciones propicias para la maduración, por lo que las exigencias de temperatura y humedad convierten en únicos a los salames y a los quesos de Tandil. La materia prima está profundamente ligada a las excepcionales condiciones naturales que posee este espacio serrano. Como resultado, Tandil cuenta con algunos productos en el sector agroalimentario de la más alta calidad, reconocida a nivel nacional e internacional.Más allá de las condiciones ambientales de los suelos, las particularidades de los animales, la tecnología utilizada o los ingredientes que los componen, las manos que los elaboran y el tiempo son factores que determinan que los quesos de Tandil sean de excelente calidad. Hay algo que se ha logrado construir con el correr de los años: el factor humano.